martes, 3 de julio de 2007

insomnio


Pienso muchas cosas y algunas de ellas creo que son dignas de escribir, merecen trascender un mero pensamiento nocturno, pero no. Debo conciliar el sueño. Mañana tengo examen y yo aquí pensando en si prender o no la luz. Finalmente y tras un largo rato de dubitación, me decido por el sí. A tientas, la busco, la enciendo. Me molesta ese cambio abrupto de pasar de la absoluta y plácida oscuridad a la luminosidad más pura (es como pasar de domingo a lunes) En fin...luego busco el lápiz y una vez que lo tengo en mis manos, busco el cuaderno; ¿cuál? ¿el de física del colegio, el de química o el de historia?. Pienso que debiese tener un cuaderno en donde escribiera todos los pensamientos de insomnio para que no me pase lo de siempre ¿en dónde escribí aquel día?

De todas formas, da igual. Ya tengo lápiz, tengo el cuaderno pero olvidé lo que iba a escribir. Apago la luz. Apoyo la cabeza en la almohada y me pregunto si tal vez todo es un sueño.


--LA VIDA ES SUEÑO--

3 comentarios:

cristóbal dijo...

Hola Little Miss Sunrise.
A mí también me ha pasado cientos de veces lo mismo. Quizás sea la soledad y tranquilidad que casi únicamente tenemos en ese instante entre apagar la luz y perder la conciencia, sea el momento más lúcido y nuestro, que nos permite pensar en lo que realmente nos hace soñar.
Mil veces me ha pasado. Unas cuantas me he levantado y con decisión escribí fielmente el relato. Otras tantas me ganó el cansancio y la desidia. A la mañana siguiente siempre me arrepentí.
Buena vida a este espacio. Escribir, al menos para mí, es mi forma de comunicarme.
Un beso

Anónimo dijo...

me pasa todos los dias
por eso tengo un diario que no le muestro a nadie.
es muy raro tener diario pero yo lo tengo y que se muera el que se ria de mi.
me gusta mucho como escribes jali jali.
;)
besos.

Anónimo dijo...

un dia conoci una jalita. era una mujer pequeña, con cara de pocas polabras y actitud similar. ¡Hola! le dije,!a mi ya me hablaron de ti! me miró...esta vez con cara de circunstancia...calló por unos segundos y luego con una sincera sonrisa me dijo: si, gracias por saludar. y desde entonces reimos y colapsamos con cosas tan simples como el alpiste para conejos y calles de nombres raros. en otras palabras, aprendi a querer a jalita besos, perna :p